Visto y Leído

[Sobre Biblioteconomía y Documentación, Recuperación de Información, Lógica, Inteligencia Artificial]

¡Importante! esta página hace uso de estilos recogidos en la especificación CSS2, no soportados por el navegador que está utilizando. Por favor, lea esta recomendación al respecto.

Sobre este sitio

Selección de artículos, ensayos, noticias, entrevistas, reseñas, y otro tipo de textos, publicados en medios impresos y digitales, sobre Biblioteconomía y Documentación, Recuperación de Información, Lógica, Inteligencia Artificial, y áreas afines del conocimiento, sin descartar la inclusión ocasional de textos relativos a la actualidad política y social.

Archivo de anotaciones

Guardado por meses.

Enlaces a otros sitios

Temáticas afines

Política, sociedad

Fuera de contexto

Lecturas recomendadas

De Jacques Derrida, en Derrida en castellano:

Varios

Esta página traducida:

Traducción al catalán, internostrum; traducción al portugués, universia.

Búsqueda con Google
 

Búsqueda con Yahoo!
 

Búsqueda con AlltheWeb

Agregue este sitio a su lector de "feeds" (sindicación mediante el sistema Atom).

En esta página:

Louis Lucien Bonaparte (1813-1891)

Autora: Arantzatu Amezaga Iribarren
Fecha de publicación/fuente: 13/02/2004, diario Deia
URL documento: http://www.deia.com/...

Era familia del emperador corso, francés y europeo, Napoleón Bonaparte (1769-1821) y, se crió fuera de Francia, entre Inglaterra y Estados Unidos, donde se educó con refinamiento. Como era hombre de fortuna (el saqueo de Europa proporcionó dividendos a la familia) se permitió reunir una excelente biblioteca y realizar viajes pero, sobre todo, dedicarse de lleno a su gran pasión: la Filología. Como tantos otros estudiosos europeos, al encontrarse con el fenómeno de la Lengua Vasca, Bonaparte se siente impulsado a conocerla, empujado por el espíritu de Wilhelm Humboldt (1767-1835) que descubrió para la Filología el admirable espíritu del euskara y, de otros coetáneos, como el reputado bibliotecario Julien Vinson (1843-1926), primer hacedor de una bibliografía de las obras en euskara; el impulsivo inglés Edward Spencer Dodgson (1857-1922) que decía: "... los labios vascos se mueven a través de una corriente eléctrica... misterio... que cada palabra pueda contar su historia... ez ikusi, ez ikasi: itxasoak adarrik ez... el euskara es una maroma profunda y fornida con sus cien oscuras ramas succionando el recuerdo y, si un poco más de cuidado y arte le fuera aplicado, tendría las ramas por muchas centurias venideras, siempre verdes...", y de otros muchos científicos europeos, que andaban en la tarea de organizar el esquema de las lenguas. Todos ellos, sin excepción, deteniéndose ante el singular caso de la Lengua Vasca, con admiración, perplejidad y respeto.

Bonaparte se dedicó no sólo a aprender el euskara, lo que hizo bien, sino a mantener con los párrocos de Euskal Herria, más monolingüe que hoy en su lengua maternal, una voluminosa correspondencia, incluso visitas personales, para ir cotejando las diferencias dialectales. Largo sería contar las incursiones de Bonaparte a Markina, su contacto con los Mogel, su dedicación a los sermones en el euskara altonavarro del párroco de Elkano, Joaquín de Lizarraga.

Tal era su afán que tradujo partes de la Biblia. Tenemos el Caticum Trium Puerorum in XI Vasconicae lingua ialectos ac varietes versum, al que además de traducir, coteja, y como el título indica, en once dialectos vascos, entre ellos, tres de Navarra, uno el roncalés, hoy extinto. Esta publicación vio su primera edición en 1858, editado por el afamado George Barclay y, se presentaba, encuadernado con gran lujo, con el escudo imperial de la casa Bonaparte, en la portada. Además, Bonaparte publicó el Cantar de los Cantares de Salomón, traducido a, lo que él llama, el vasco guipuzcoano, alentando a la pervivencia del euskara, del que estaba enamorado, y su confianza en que un idioma de semejante riqueza, ya que podía traducir la propia Biblia, en su Antiguo Testamento, y los complejos y bellísimos cánticos de Salomón, obra cumbre de la literatura de todos los tiempos, no sería dejado a morir. Y menos por los suyos.

Entregado a sus estudios filológicos, Bonaparte hizo un mapa donde ubicaba el territorio del euskara, con una distribución del idioma en el espacio donde se hablaba y, aunque las fronteras puedan separar los pueblos, el viejo idioma unía irremediablemente a los pueblos vascos. No contaba nuestro erudito príncipe-filólogo con la Barcina, alcaldesa de Pamplona, quien disponiendo arbitrariamente del dinero de los navarros como propio, quita subvención a una editorial por exhibir, entre otras cosas, en una exposición itinerante, el mapa de Lucien Bonaparte, hecho en 1863, y propiedad de la Diputación de Navarra. Observando que Sabino Arana Goiri, nacido en 1865, no pudo influir a Bonaparte, presenta, unidos por el idioma común, a Navarra junto a Bizkaia, Gipuzkoa, Araba, Lapurdi, la Baja Navarra y Zuberoa.

Mucho se podría añadir sobre esta nueva barbaridad cultural de quien detenta un cargo público pero, lo fragante del tema no resta, en este breve acomodo de un artículo periodístico, en la indignación que debiera brotar de cada uno de nosotros, seamos o no nacionalistas, por atentar contra el espíritu de la cultura europea, contra un idioma a quien Europa reclama mayor atención, precisamente a Navarra, desde la Oficina de Lenguas Minoritarias, asombrada y abochornada, como han hecho público, del comportamiento institucional y, contra los hechos históricos pues les guste o no, Navarra forma parte de Euskal Herria por el nexo inevitable de una lengua que le da nombre y que denomina a sus ríos, montes, pueblos y determina los apellidos de sus gentes, excepto claro está, a los nacidos en Burgos, que tienen el suyo propio.

No entiendo cómo ante este nuevo atentado violento que hace victima a una personalidad reconocida en el ámbito europeo (su biblioteca se la disputaron las más afamadas bibliotecas sajonas) no se levantan voces de espanto por el atropello en sí mismo pero, sobre todo, por el lamentable espectáculo de la incultura de un funcionario público. Siendo representación de la ciudad, nos rebaja a todos o lo quiere hacer, que es lo mismo. Aunque a ese foso no me dejo arrastrar. La incultura es una forma de barbarie.

Dice el viejo refrán de nuestro pueblo, recogido por Estevan de Garibay y Zamalloa (1525-1599), quien también une la identidad de Navarra a la de los otros pueblos vascos, para tormento de las Barcinas de todos los tiempos: Garean Gareana lege, seamos como somos. Es ésa la única riqueza que tiene el hombre como especie, mostrar la diversidad en la interrelación, afán de avance y progreso por la aportación de ideas nuevas, nacida de cada una de las vivencias de los miembros de las comunidades, en definitiva, continuar con el empuje que nos hizo salir del cómodo refugio de la cueva primigenia para lanzarnos a la aventura incierta de alcanzar las estrellas.

[16.2.04] [0 comentarios] [#] [lista]


Visto y Leído,

Publicación: Blogger | Estadísticas: eXTReMe Tracking

Se recomienda ver este sitio con Mozilla 1+, Firefox 0.8+ ó Netscape 7+. Si no queda más remedio, con IE 6+. Si lo desea, comunique cualquier problema al respecto. También será bien recibida cualquier sugerencia sobre el contenido. La fuente de letra preferente es Georgia.